No, no se trata de un nuevo intento de cómic, tira, etc. como los que pululan normalmente por este blog, sino de mi nuevo hobby que es el de buscar juegos usados y chingones (oséase, muy buenos para los amigos allende las fronteras mecsicanas) de esta que, a mi parecer, es la consola más chingona (no necesito aclarar de nuevo, ¿verdá?) de la existencia.
Que no estoy inventando el hilo negro, I know, pero quiero ir documentando electrónicamente cada una de mis nuevas adquisiciones.
El primeretito que me encontré:
The Legend of The Mystical Ninja (Konami, Febrero de 1992)
Este jueguito recuerdo haberlo rentado como unas 3 veces en Blockbuster, realmente me encantaba lo poco convencional de sus personajes y situaciones, así como la variedad que ofrecía el gameplay con la exploración de los pueblos muy al estilo Zelda y las escenas de plataformas peligrosas antes de cada jefe. ¡Y que jefes! aún sigo sorprendido por la cara gorda kabuki gigantesca que casi me aplasta.
El Japón feudal caricaturezco en el que se desarrolla la acción está repleto de comicidad; todo esto ambientado con música muy perrona que toma elementos japoneses tradicionales así como más modernos… de lo que era moderno hace 17 años.
Aunado a esto vienen muchos minijuegos, desde sencillitos como memoria, hockey aéreo; otros menos comunes como apuestas de caballos o concursos televisivos de trivia; pero el que se llevó las palmas es la recreación del primer de Gradius íntegro.
Ser un ninja que hace justicia pipazos y monedazos es una experiencia verdaderamente regia, y con un segundo jugador es el doble de divertido.
Illusion of Gaia (Nintendo, Septiembre 1 de 1994)
Un juego publicado originalmente por Enix en Japón. Este es un RPG de acción, así como Zelda ya mencionado anteriormente, protagonizado por un chico llamado Will, el elegido según una profesía para salvar al mundo de una terrible amenaza… ¿cuál amenaza? lo ignoro, apenas voy empezando a jugar. XD
Una verdadera joyita, tanto gráfica como musicalmente. En cuanto a jugabilidad es sencillísimo de aprender, además los calabozos están llenos de puzzles bastante entretenidos.
Además de jugar con Will, nuestro protagonista poseedor del «Poder Oscuro», es posible transformarse en otro par de guerreros, Freedan y Shadow, quienes son más adecuados para el combate, mientras que Will lo es más a la exploración por las múltiples habilidades que va aprendiendo a lo largo del juego.
No puedo extenderme más en este juego puesto que no le he jugado lo suficiente pero posiblemente lo retome para una reseña completa una vez finiquitado.
Esperen el próximo volumen en un par de meses, cuando los tiangueros hayan renovado sus arcas (o lo que es lo mismo, se hayan ido a surtir al otro lado para seguir con la fayuca).
¡Saludaciones, muchas!
Ombligo de la Luna 
